Existe una relación directa entre el uso de las redes sociales y los trastornos alimenticios. ¡Conoce todos los porqués y cómo evitarlo!
RELACIÓN ENTRE REDES SOCIALES Y TRASTORNOS ALIMENTICIOS
¿Sabías que estudios recientemente publicados muestran una relación entre trastornos de la conducta alimentaria y el uso de redes sociales? Parece ser que cuanto más uso se hace de redes sociales como Facebook, Instagram, Snapchat… mayor es la preocupación por la imagen corporal, mayor es la tendencia a compararse y mayor es la presencia de este tipo de trastornos.
¿A qué se debe la relación entre redes sociales y trastornos alimenticios?
¿A qué se debe esto? La psicología tiene la respuesta. La presión sociocultural por estar delgado/a que llega desde las redes sociales hace que internalicemos ese “ideal de delgadez”, que a su vez intensifica la activación de procesos socio-cognitivos centrados en la apariencia (evaluación de la apariencia corporal, auto-objetificación…) que llevan a la comparación de uno/a mismo/a con otros/as individuos/as. Todo esto puede dar lugar a insatisfacción corporal, que en algunos casos deriva en trastornos de la alimentación.
«Comparación, evaluación e imitación»
Redes sociales y trastornos alimenticios
Así mismo, otra teoría psicológica propone que cuanto más tiempo pasemos consumiendo contenido de los medios de comunicación (televisión, redes sociales, publicidad…) más fácil será que creamos que la realidad social se asemeja a la realidad retratada en ellos. Es decir, nos acabamos creyendo que la realidad es como aparece en Facebook, como si de un cuento Disney se tratase.
Por otra parte, hemos de tener en cuenta que interactuamos con nuestro entorno y aprendemos de este por observación e imitación, lo cual nos puede llevar a querer tener el cuerpo como los que aparecen retocados en las fotos de algunos/as Instagramers.
Redes sociales y trastornos alimenticios
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA NO DESARROLLAR UN TRASTORNO ALIMENTICIO?
Limitar el tiempo de uso de dispositivos con acceso a redes sociales y trabajar la autoestima, imagen corporal, relación saludable con el cuerpo, expresión de emociones… puede ser de gran ayuda, especialmente si se inicia desde la infancia. Así mismo, educarse en el riesgo que conlleva el uso de redes sociales es fundamental para hacer un uso responsable de las mismas.
Se sabe que la adolescencia es la principal etapa de riesgo para la aparición de trastornos de la conducta alimentaria, por ello, además de las medidas anteriormente expuestas, la educación a padres y profesores sobre signos de alarma (ej: pérdida de peso repentina y continuada, cambios en el carácter…) y establecimiento de hábitos saludables como por ejemplo, el de compartir en familia al menos una de las comidas principales del día, es clave para la prevención y detección temprana de este tipo de trastornos.
Psiconutrición: nutrición y psicología en Bilbao
Un correcto abordaje interdisciplinar desde la Psiconutrición en Bilbao es el camino idóneo para poder prevenir el desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria, así como poder frenarlos.
Jara Moreno
Enfermera y estudiante de Nutrición colaboradora del Centro DAMAR.
Bibliografía
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